martes, 29 de septiembre de 2009

Mención especial

"Odisea", de Flor C.


Canta ¡Oh Musa! esta historia apasionada:

Penélope, hace años que de Ulises no sabe nada.

Pero un día aventurado llega una carta

- “¡Noticias de mi querido!” – piensa exaltada.

Al abrirla dice triste a su bella ama:

- “Son puros simbolitos, no veo ni una palabra”-

- “Es griego, señora, la lengua que se habla” –

- “¡Esa maldita materia! Nunca llegué a aprobarla”-

- “No se preocupe, señora, yo puedo descifrarla”-

El ama comienza a leer, Penélope a escucharla:

- “Querida señora, escribo para informarla.

Soy guerrero, detective, poco estoy en mi casa,

en mis viajes investigo muertes de amor, venganzas,

robos, violaciones, cuentas en las Canarias.

En mi última partida llegué a la morada

de una ninfa preciosa, Calipso la llaman.

Ella es generosa con aquellas almas

que llegan hasta su lecho buscando algo más que mantas.

Luego de deleitarme con esa ninfa dotada

volví hacia mi nave que había dejado anclada.

Hallé en la arena un trozo de espada.

En un extremo tenía “Made in Ítaca” grabada.

Recordé a Ulises y a usted, dulce dama.

Creo que su esposo vive, de eso quería informarla.

Por unas pocas monedas podría ayudarla.

Sherlock Holmes a su servicio queda señora amada”-.

Penélope cae al suelo pronunciando estas palabras:

-“¡Maldito pordiosero, con una ninfa me engaña!

¡Debería hacer yo lo mismo que Climneastra!”-

-“Pero dulce señora – dice su tierna ama –

seguro pidió a Calipso ayuda para encontrarla”.

-“Yo lo conozco, querida, con él estuve casada.

¡Se las va a ver conmigo si pone un pie en esta casa!-”

-“Señora, reconsidéralo, los pretendientes te aclaman.

No es menester de una reina con cualquiera estar ligada”-.

-“Tienes razón querida, sabias son tus palabras.

Escríbele al detective rápidamente esta carta:

“Mi preciado Holmes, acepto su ayuda enseguida.

Ítaca es un caos, su asistencia es bienvenida.

La situación empeoró cuando Atenea enfurecida

instó a mi joven Telémaco a emprender la partida

en búsqueda de su padre o de alguna noticia.

Llegó a una isla pequeña, allí alargó su estadía.

Fundó una empresa que a todos da envidia.

Telefónica la llama, honrando su carisma.

Así perdí un aliado y el fruto de mi vida.

Requiero su ayuda, por el pago no hay problema.

Pero prométame, por favor, de mi marido, la vuelta.”

Al recibir la epístola, Sherlock emprende el camino.

Viaja de nuevo a Ogigia al encuentro de Calipso.

Con fines más nobles se adentra en su castillo.

Al preguntarle por Ulises la diosa niega con gritos

haberle dado a aquel hombre lecho y cobijo.

Sherlock sabe que miente, su intuición se lo dijo,

y un mechón de cabello que encontró en el piso.

“Es el cabello de Ulises”, concluye decidido.

Antes de que lo vean lo guarda en su bolsillo.

Sale de la morada, llega a su navío.

Analiza los cabellos con una lupa y barbijo.

A esta altura no se sabe donde puede estar el bicho

de esa gripe que llaman, “la gripe de los porcinos”.

Al aumento se puede ver que los cabellos perdidos

son gruesos, ondulados, carentes de todo brillo.

Piensa: “Han de ser de un hombre rudo y listo.

Veo que no usa Sedal, ni ningún otro aditivo.

Están un poco maltrechos, los extremos florecidos,

pero conservan la fuerza, son de alguien fornido.

Si Ulises ha estado aquí seguro ha partido

a donde lleva el oleaje del mar embravecido.

Hacia allí me dirigiré cumpliendo lo prometido”.

A Esqueria por fortuna el detective ha llegado.

Allí avísanle que a Ulises hasta Ítaca llevaron.

-“Malditos isleños – piensa – se me han adelantado.

Debo llegar a Ítaca, urgente, apresurado.

Si no, no recibiré el pago acordado”.

Al llegar allí advierte a un pordiosero sentado

que al verlo pasar cuéntale su pasado.

-“Este a mi no me engaña – piensa Holmes enojado –

debe ser Ulises, de mendigo disfrazado.

Tiene el mismo cabello que el mechón encontrado.

Debería usar una crema, no le sienta ese peinado”-

Dijo entonces colérico al nuevo recién llegado:

-“Ulises, no te esfuerces, la ficha te he sacado-”

-“Me cacho, me reconoce, el disfraz me ha fallado”-

-“Sé que llegaste acá en un barquito prestado.

Lo que no entiendo es qué hacés de esa manera empilchado”-

-“No te lo voy a decir si no sé con quién hablo”-

-“Con Sherlock Holmes, querido, te he venido buscando,

Penélope, tu esposa, me lo ha encomendado”-

-“Ya me lo esperaba, maldita, ni un poquito ha cambiado.

Por eso me visto así, para jugar de callado

y sin que me reconozca ver si me ha esperado”-

Luego de escuchar eso dijo Sherlock cansado:

- “Hagamos ahora un pacto y asunto terminado.

Yo te averiguo si Penélope en tu ausencia te ha engañado

que para esas cosas tengo el olfato entrenado,

y vos hacete el tonto, decí que te he encontrado

y te traje a tu casa como si fueras mi hermano,

así cobrando mi dinero me voy para otro lado”-

-“Me gusta lo que decís, el pacto aquí se ha cerrado”-

Ulises quieto se queda a Sherlock esperando.

Llega éste al aposento de Penélope callado.

En el baño, del inodoro, la tapa han levantado

hay crema de afeitar casi por todos lados,

una gillette, vaselina, todo desparramado.

Sherlock sale corriendo del baño desesperado.

En la cama matrimonial ve ambos lados usados,

hay dos pares de pantuflas y un libro de sexo tántrico.

En el placad, calzoncillos y un balón autografiado.

-“¿Y ahora qué hago? – piensa – ¡Me van a cortar las manos!

Se apresura a salir corriendo de ese cuarto endemoniado.

Al llegar hasta Ulises le dijo: “Está todo solucionado.

Tu esposa ha sido fiel, te ha estado esperando”

Ulises le preguntó: “-¿Cómo te has enterado?-”

-“Estuve en sus aposentos y vi muy asombrado,

que Penélope te espera con todo preparado:

calzoncillos, pantuflas, placeres para su amado.

Ya podés ir a su encuentro, quítate esos harapos,

y decile que deposite mi dinero en el banco”.

-“Muchas gracias amigo, sos como un hermano.

¿No te querés quedar para festejar un rato?”-

-“Te agradezco querido, mejor me voy a mis pagos”-

4 comentarios:

Anónimo dijo...

qué buena esta dupla!

Anónimo dijo...

Este cuento (poema narrativo) es de Florencia Ciancio, es decir, mío. No tengo blog alguno para que lean otros relatos, quizá lo realice en breve. Quiero decir, ante todo, que los cuentos que se han publicado acá son buenísimos todos y, a su vez, son producto tanto del genio de cada uno de los escritores como de quienes idearon la consigna. Bien por "Graduados de Letras" y bien por los participantes! Salutti!

robaltar dijo...

nos divertimos leyendo este cuento
carlos y rosalía, felicitaciones

Anónimo dijo...

ME ENCANTÓ FLOR!!! Felicitaciones.

Castor.-